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Trabajar de pie: 4 ventajas

A día de hoy, en las oficinas han cambiado tanto la mentalidad de las personas, como las formas que existen de trabajar. Atrás ha quedado la idea de quedarse sentados en la silla de oficina durante todas las horas de la jornada laboral, para dar paso a una forma de trabajar estando de pie. Parecía extraño, pero trabajar de pie se ha convertido en algo habitual.

Trabajar sentados puede causar dolencias y trabajar de pie las puede evitar

Pasar mucho tiempo sentado puede causar diversos dolores para las articulaciones del cuerpo. Además, no solamente nos estamos refiriendo a dolores, sino que el sobrepeso y la obesidad y otras enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, también pueden ocurrir si estamos mucho tiempo sentados.

Por si fuese poco, también aparecen otros síntomas relacionados que afectan a la salud mental de las personas, tales como el estrés o la depresión. El problema es que muchos puestos de trabajo no dejan trabajar de pie y obligan a pasar largas horas frente al ordenador sentados.

oficina fengshui

Esta situación favorece al sedentarismo, más aún cuando todavía el teletrabajo en muchas compañías sigue implantado aunque no sea de forma integral, en formato híbrido.

Por todo ello, una tendencia que ha ganado fuerza desde hace un tiempo es trabajar de pie. Para trabajar de pie, es importante acondicionar la mesa de oficina, de modo que su superficie quede a la altura de los codos de la persona y pueda utilizar los teclados, los ratones y los monitores con el cuerpo en posición vertical.

Hay muchas ejemplos de personas al largo de la historia que acostumbraban a trabajar de pie. Nos estamos refiriendo a escritores estadounidenses como Ernest Hemingway o Philip Roth, pero en el mundo de la política también encontramos a Winston Churchill, uno de los políticos británicos más conocidos.

Ventajas de trabajar de pie

Diversos estudios científicos de los últimos años, han detallado que existen distintas ventajas a la hora de trabajar de pie, comparándolo con hacerlo en una silla. En primer lugar, encontramos un mayor gasto de energía y quema de calorías. 

El gasto energético al estar de pie es de media 0,15 kcal/min superior al hecho de estar sentado. De esta manera, encontramos una diferencia de 9 kcal por cada hora en la que una persona está de pie en lugar de sentada. El gasto es de 11,4 kcal en los hombres y en las mujeres 6 kcal. 

Estas conclusiones fueron las que se realizaron tras una revisión de 46 estudios previos que se publicaron hace cuatro años por científicos en Estados Unidos.

El gasto extra permitiría incluso perder peso por la quema de las llamadas “calorías fáciles”, puesto que no implican actividad más que quedarse de pie en un mismo sitio sin moverse. Los estudios añaden que para una persona de 65 kilos de peso, estar de pie en lugar de estar sentada durante seis u ocho horas diarias, se traduce en el contenido energético de dos kilos y medio de masa corporal en un año.

Además, se establece que estar de pie, podría ser una posible solución para evitar un estilo de vida sedentario y prevenir el aumento de peso en el futuro. Los estudios deben tener como objetivo evaluar la eficacia y viabilidad de esta estrategia una vez se realicen a largo plazo.

En segundo lugar, encontramos cómo trabajar de pie establece obtener mejores indicadores corporales. Los distintos estudios que se han llevado acabo en Reino Unido han revelado que, además de la diferencia en el gasto energético, otros valores también se han cambiado para bien por el hecho de trabajar de pie. 

Uno de ellos es el ritmo cardíaco. En promedio, es de 90 latidos por minuto, 10 más que estar sentado. Por otro lado, encontramos el índice de glucosa en la sangre en el que, después de tres horas trabajando de pie, es de un 43% en comparación con el mismo tiempo de trabajo sentado.

En tercer lugar encontramos un aumento de la productividad al trabajar de pie. Algunas investigaciones han llegado a la conclusión de que hacerlo de esta forma mejoraría la productividad durante las horas de trabajo. Hay que tener en cuenta que algunos análisis ponen el foco en puestos en call center, donde la productividad equivale a aumentar el número de llamadas realizadas atendidas se vería incrementado notablemente.

A pesar de todo, un estudio realizado por expertos en la Universidad de Leicester, encontró que trabajar de pie mejoró el ritmo de trabajo. Se concluyó que llegaron a reducir en más de 80 minutos por día el tiempo necesario para realizar las tareas que debían hacer.

¿Cuáles son los posibles riesgos de trabajar de pie?

A pesar de todo, las noticias no siempre son positivas. Trabajar muchas horas de pie también presenta ciertos riesgos que deben conocerse. En primer lugar, se pueden producir sobrecargas musculares en la zona lumbar, la cadera, rodillas y pies. Este hecho especialmente se agudiza en personas que están poco habituadas a la actividad física y que toman la decisión de estar mucho tiempo sentada.

Las sobrecargas, además del dolor que producen, derivan en lesiones de mayor importancia como lumbalgias o cervicalgias. Asimismo, también aumentan los casos de problemas relacionados con la retención de líquidos o varices. Las consecuencias a corto plazo resultan desde luego peores que el sedentarismo y es un problema que se desea combatir en ciertos casos.

En definitiva, lo más aconsejable es alternar ambas opciones. Si es posible, el intercalo entre una y otra posición por intervalos es la opción ideal. Por ejemplo, 30 minutos trabajando de pie según un estudio de 2014, halló que resultaría beneficioso sobre los niveles en glucosa en sangre. 

De esa manera, se reducen los riesgos de sobrecargas musculares y lesiones y se aprovechan las ventajas de trabajar de pie, reduciendo también la tendencia al sedentarismo.

Estar de pie también estimula los desplazamientos de un sitio a otro y es aún más beneficioso. Por lo demás, es crucial recalcar la importancia que tiene la actividad física. Hacer ejercicio, dar paseos o realizar deporte en casa, es beneficioso para la salud y por la calidad de vida a largo plazo.