Las oficinas son el lugar donde invertimos gran parte de nuestro tiempo. El suelo de oficina, el mobiliario de oficina o las mamparas de oficina se convierten en algunos elementos fundamentales para asegurar el confort en dichos espacios y también el de los empleados. Sin duda, se convierte en un lugar en el que invertimos gran cantidad de horas de nuestra vida y por ello, la zona de trabajo tiene que ser adecuada.
Trabajar en un ambiente idóneo con un entorno apropiado, incide positivamente en la motivación y productividad de los empleados. Por ese motivo, debemos tener muy en cuenta la salud mental de los trabajadores, esforzándonos en ello y seguir ciertos tips para asegurar la ergonomía.
Tipos de suelo de oficina y características
Actualmente, encontramos una amplia gama de suelo de oficina que elegir. No solo nos referimos a los colores, sino también en los diseños. Por ejemplo, encontramos un suelo de oficina antideslizante, para evitar posibles accidentes. En este caso, tienen una alta absorción acústica para recudir al máximo las molestias que puede haber por los tacones. Asimismo, tienen gran resistencia al paso de las personas.
Es un suelo de oficina antiestático, con capacidad para la absorción de las tensiones electrostáticas de las instalaciones eléctricas. Además, destaca por ser higiénicos, con dificultad para que se manchen, sencillo en la limpieza y un coste de mantenimiento reducido.
Cuidar de la decoración de la oficina siempre ofrecerá un punto más a la hora de proyectar una imagen mucho más profesional y cuidada ante clientes y potenciales clientes que puedan visitarla.
¿Qué suelo de oficina es ideal?
El suelo, como hemos podido comprobar, es un elemento crucial. El suelo laminado de madera tiene una gran popularidad en los últimos tiempos. La razón principal por la que este suelo de oficina es tan demandado, es por su práctica instalación y su económico precio. Su instalación se realiza sobre un subsuelo, lámina por lámina y alberga gran variedad estética.
La imitación de madera natural es una de las más recurrentes a día de hoy y es resistente a golpes y posibles arañazos. Por otro lado, si hay alguna parte que ha podido sufrir algún desperfecto, puede sustituirse de manera fácil.
Por otro lado, encontramos el sueño de oficina de microcemento. Es muy resistente y se compone de diferentes elementos químicos como el microcemento, que es la base del cemento que conocemos tradicionalmente. Los grises son los tonos más comunes, ofreciendo un aire robusto y sobrio que es ideal para empresas industriales.
Respecto al solo de oficina linóleo, es perfecto para zonas que necesiten aislamiento acústico y térmico. Es funcional y práctico, además de recomendable para oficinas que sean operativas El suelo de vinilo es muy parecido, pero la diferencia es que se compone de materiales sintéticos. El precio es más económico y ofrece un resultado similar.
El suelo de madera maciza es perfecto para espacios que son poco frecuentados, como puede ser un despacho de dirección. Consigue un aspecto acogedor que invita a la calma y crea un ambiente perfecto. Por último, el suelo porcelánico rectificado también es muy resistente y tiene la ventaja de que se fabrica a imitación de materiales como madera, pizarra o acero.
Como podemos observar, encontramos una gran cantidad de tipos de suelo de oficina entre los que poder escoger. Es el momento de analizar cuál de ellos sería el idóneo para la oficina, teniendo en cuenta no solo las necesidades que existan, sino también las circunstancias que encontramos en el día a día.
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