La metodología Agile es un sistema de trabajo que durante años ha cambiado la forma de desarrollar proyectos en empresas como Google o Amazon.
Pero, ¿qué es realmente Agile?
Una filosofía que supone distintas formas de trabajar y de organizarse para desarrollar proyectos que precisan de rapidez y flexibilidad. Cada proyecto se “trocea” en pequeñas partes que tienen que realizarse y entregarse en un período de tiempo concreto. De esta forma, se pretende desarrollar productos y servicios que respondan a las necesidades de unos clientes cuyas prioridades cambian cada vez más rápido.
El objetivo de esta metodología es repartir y organizar el trabajo de una manera rápida y flexible entre diferentes equipos multidisciplinares. Se mantiene la dirección de la empresa pero evitando caer en la rigidez de los tradicionales métodos de trabajo en cascada, basados en las jerarquías y puestos de los empleados.
Agile defiende cuatro valores principales:
- Las interacciones entre personas están por encima de los procesos de trabajo y las herramientas
- Un software en funcionamiento por encima de la tradicional y exhaustiva documentación
- La participación activa del cliente durante todo el desarrollo del proyecto
- La capacidad de respuesta frente a los cambios e imprevistos
Actualmente está metodología está dando muy buenos resultados a las compañías que la aplican pero comenzar a ponerla en práctica puede resultar algo abrumador. Te contamos cuáles son los primeros pasos que debes dar si quieres implementar Agile en tu empresa.
El primer paso es conseguir que los trabajadores, que están acostumbrados a seguir un método de trabajo tradicional, entiendan que no solo hay que cambiar los métodos si no también las herramientas y que su experiencia sigue siendo tan válida como siempre. Por ello el diálogo es la clave durante todo el proceso, para dar a conocer los beneficios de esta nueva metodología, para ver con qué dificultades se encuentran los trabajadores mientras la implementan y para ver las mejoras que se producen con el tiempo.
El segundo paso es reservar cada día un breve periodo de tiempo para las reuniones en equipo y así revisar el estado de las distintas tareas. De esta forma se organiza el trabajo y se evitan las pérdidas de tiempo, fomentando la cohesión del equipo, la implicación y las aportaciones de los distintos miembros acabarán favoreciendo al resultado final del proyecto. Durante estas reuniones, es importante saber dialogar y motivar al equipo a vencer sus dificultades para convencerlos de los beneficios e involucrarlos en el cambio.
Para asegurarte de que la metodología Agile se está llevando a cabo correctamente en tu empresa, debes comprobar que se cumplen algunos de estos principios básicos:
- Que el cliente esté satisfecho y siempre informado del proceso
- Si los requisitos del proyecto cambian, no se ve como una dificultad si no como una ventaja competitiva
- Las entregas se realizan en periodos cortos de tiempo y la planificación se realiza entre dos semanas y dos meses.
- El equipo está feliz, trabajando de forma conjunta y coordinada
- El equipo cuenta con los recursos necesarios para desarrollar su trabajo y se siente confiado y motivado
- El éxito depende de si el proyecto que se ha desarrollado finalmente funciona y es satisfactorio
- Los tiempos dedicados a la reflexión y la propuesta de mejoras son igual de válidos que los tiempos dedicados a la ejecución
La aplicación de esta metodología está ayudando a las empresas a tener claras las prioridades, alineando las fuerzas de sus distintos equipos y está permitiendo a los trabajadores colaborar de forma integrada innovando, pensando en grande y poniendo al cliente en primer lugar.