Businessman in office with computer and fan cooling off

¡Qué calor! Proponemos más métodos y recomendaciones para hacerle frente

Las temperaturas no nos dan un respiro. A pesar de que en las oficinas el aire acondicionado es básico, muchas personas son reacias a él por el hecho de resfriarse o simplemente, porque el aire del aparato les molesta. Por ello, existen otras alternativas para combatir el calor que conviene conocer y sobre todo, practicar.

Una hidratación correcta es fundamental

A pesar de que sabemos la recomendación de beber mínimo 2 litros de agua al día, no todos la llevamos a cabo. Sin embargo, la llegada del calor nos “obliga” a beber agua prácticamente por obligación. De este modo, hacemos frente a la deshidratación del calor y la sequedad ambiental. Muchas personas creen que lo mejor es ingerirla fría, pero es un error. Lo más idóneo es hacerlo a temperatura media, puesto que si lo hacemos estando fría, descenderá nuestra temperatura corporal y aumentará la sensación de calor.

Sin embargo, no tienen por qué ser 2 litros de agua exclusivamente, ya que algunos alimentos contienen altos niveles de agua y no son líquidos. Un ejemplo son las frutas, especialmente la sandía o el melón. Además de hidratarnos, es un almuerzo o tentempié saludable y nutritivo.

Lo cierto es que la fruta es un complemento perfecto también por contener azúcares saludables. Tomando un par de piezas en la oficina, supondrá la obtención de beneficios para nuestro organismo y además, aumentará nuestro desempeño laboral, la motivación y la productividad en el trabajo.

Un mal hábito en el entorno laboral se basa en tomar café para no dormirnos, pero esta acción en verano deberíamos descartarla. La cafeína resaca la boca y con ella, aumenta nuestra temperatura corporal. Por esta razón, tendremos más calor y nos sentiremos con mayor agobio. Si lo que queremos es no dormirnos y refrescarnos, debemos ingerir zumos naturales o combinados frescos de frutas y verduras (smoothies).

La ventilación es imprescindible

La comodidad, salud y rendimiento en la oficina es algo básico. Para ello, hay que ventilar correctamente la oficina para conseguir una calidad del aire interior adecuada. Lo mejor es abrir las ventanas a primera y última hora del día para así airear el espacio. En este aspecto, deberemos tener en cuenta lo siguiente: las personas que hay en la oficina en esos momentos y si existen personas alérgicas al polen. Si esto último ocurriese, es preferible abrir las ventanas solo a última hora del día.

Ahora que la jornada intensiva impera en las oficinas, es normal que durante las horas de luz solar la gente se vaya a casa. Durante estos días, es preferible bajar las persianas para que los rayos del sol no calienten en exceso la estancia. Así, encontraremos un lugar más fresco cuando volvamos al día siguiente.

Por otro lado, también refrescaremos el ambiente añadiendo plantas. Permiten mejorar la calidad del aire, ya que el CO2 se puede reducir hasta en un 50%, se reduce el polvo, las bacterias y el moho. Además, gracias a ellas aumentará la humedad, por lo que reduciremos el uso del aire acondicionado.

Es muy importante contar con un espacio de trabajo adecuado y lleno de confort para que los empleados estén a gusto y motivados. Ahora es el momento de poner en práctica estos consejos y luchar contra el agobiante calor que tanto protagonismo tiene durante estos días.