Ya empezamos a decir adiós las altas temperaturas, la playa, los días de vacaciones y las charlas con nuestros amigos en las terrazas. En efecto, el verano se ha terminado y con ello debemos volver a la rutina. Este hecho no se aplica únicamente solo en los trabajadores, sino también a la hora de preparar las mesas de oficina de madera.
Tras soportar durante meses el ataque de los rayos UV del sol si están en exterior o les incide la luz solar, es posible que la madera se haya quedado dañada o esté reseca, por lo que es mucho más vulnerable ante los problemas a los que se enfrentará durante la estación del otoño.
debemos proteger las mesas de oficina de madera frente a la humedad
La estación del otoño, está caracterizada por las lluvias y cambios de temperatura drásticos entre el día y la noche. Todo ello, puede terminar de estropear las mesas de oficina de madera en caso de que no la protejamos debidamente. La madera es un material natural, poroso y sensible y en el momento en que está expuesta a la intemperie, sufre mucho con las agresiones del clima.
Sin duda, una madera desprotegida, además de envejecer rápidamente perdiendo el color la suavidad y la hidratación, es propensa a recibir la visita de distintos insectos que encontrarán en el interior un lugar estupendo para construir un hogar e hibernar durante la estación del invierno.
Asimismo, la carcoma agujereará el interior del mobiliario de oficina de forma irreparable y tendremos que reemplazarlos por otros. Por este motivo, es importante tomar ciertas precauciones, así como un tratamiento de protección dos veces al año: uno al final de primavera y otro a principios de otoño.
Respecto a qué productos elegir para el tratamiento de la madera, encontramos que el producto elegido deberá tener unas características singulares. En primer lugar, que sea hidrófugo, es decir, que evite la absorción del agua y además que sea fungicida e insecticida.
Con ello, trataremos los problemas principales a los que se verán expuestas las mesas de oficina de madera durante los próximos meses: humedad e insectos. Para lograrlo, se recomienda utilizar un protector de gran calidad con función fungicida y anticarcoma. Se trata de una imprimación de poro abierto con una penetrabilidad excelente para que proteja el interior de la madera desde el interior.
Es una característica que supone una gran diferencia respecto al barniz corriente, ya que es este último caso, forma una película que evita que la madera transpire ocasionando así grietas en la madera. Actualmente, se puede elegir incoloro, consiguiendo con todo ello un resultado discreto y natural.
Independientemente de que el calor haya mitigado sus efectos, lo cierto es que se debe seguir protegiendo la madera frente a los rayos ultravioletas. Eso es importante en caso de que los muebles sigan expuestos a la luz solar, ya que aunque no habrá tantas horas de sol como en verano, los rayos siguen siendo perjudiciales.
¿Cómo se deben aplicar los productos protectores en el mobiliario de oficina?
En cuanto a a cómo aplicar los productos protectores para la madera, lo primero que haremos será prepararla. Protegeremos el suelo con papel de pintor para no mancharlo y elegiremos una brocha del tamaño adecuado en función del mueble que queremos proteger. A continuación, procederemos al lijado. Para ello, utilizaremos una lija suave por la superficie del mueble para abrir el poro y eliminar los posibles restos de barniz que hayan quedado o de suciedad. Una vez terminado este proceso, pasaremos un paño seco o un cepillo para así retirar el polvo sobrante.
El tercer paso es el de la aplicación. Removeremos el producto elegido para obtener una buena homogeneización del mismo. No es necesario diluir los productos, ya que se suministran generalmente listos para aplicarse directamente.
En este caso lo haremos siguiendo la dirección de la veta, sin excedernos para que el producto no gotee, pero a su vez siendo generosos para asegurar una cobertura óptima. Una vez seco procederemos a la segunda capa esperando 4 o 5 horas antes de aplicarla. Por otra parte, la limpieza también es muy importante y en este caso los utensilios deberemos limpiarlos con disolvente, pero en algunos casos si el producto no cuenta con muchos químicos podremos limpiarlos simplemente con agua.
Pasadas las 24 horas en las que el protector se ha secado ya completamente, podremos utilizar las mesas de oficina de madera con total normalidad. Tras haber realizado el tratamiento protector, la madera estará preparada para afrontar los meses de frío del otoño. Asimismo, la habremos dejado reparada y cuidada una vez ha transcurrido el verano, pero lo mejor no es solo que estemos asegurando su cuidado y durabilidad, sino que también aumentaremos la belleza de nuestras mesas de oficina de madera.