¿Nunca os habéis preguntado si las paredes pueden servir para algo más que para separar espacios? Sabemos que es una pregunta extraña, pero toda idea genial viene de replantearse lo establecido. En este post os hablaremos sobre mamparas de oficina.
¿Dónde dejar los libros en la oficina? Aquellos pocos que no los dejan caer sobre la mesa de oficina al azar haciéndola parecer un campo de minas, seguramente utilizarán una estantería. Útil, práctico, sencillo. Hasta aquí todo bien. Sin embargo, el saber sí ocupa lugar cuando hablamos de estanterías o armarios. Y esto no resulta práctico cuando nos encontramos en un despacho, una oficina de tamaño reducido o en el salón de nuestra propia casa.
Queremos obtener el máximo por menos, y para eso mismo se inventaron los tabiques armario. Como indica su nombre, son tabiques o paredes que separan la oficina en diferentes salas, y al mismo tiempo funcionan como armarios con una gran capacidad de almacenamiento. Tan sencillo como hacer que una pared, aparte de separar espacios en la oficina, sirva para almacenar.
Sin embargo lo primero que vamos a pensar cuando hablamos de tabiques armario es que nuestra oficina ya cuenta con paredes, y no resultaría eficiente echarlas abajo para volver a construir. Desde luego, los tabiques armario resultan útiles cuando partimos de una oficina de cero, o estamos planteando dividir un espacio en varias salas de trabajo. Cuanto más pequeñas sean las salas, más nos daremos cuenta de la utilidad de este producto. El inventor del tabique armario, fuera cual fuera su nombre, sabía lo que hacía.
Cuando hablamos de optimizar espacios que vamos a separar, se nos ocurre otro sistema que permite hacer paredes más finas, aislantes del sonido y que al mismo tiempo dejen pasar la luz. Tampoco conocemos al inventor de este producto, pero sí trabajamos con sus resultados: Mamparas de oficina.