Como comentamos en anteriores artículos en nuestro blog, la llegada del coronavirus ha provocado grandes cambios. Más allá de las medidas de seguridad y prevención establecidas, lo cierto es que los expertos en el sector inmobiliario señalan que se están detectando distintas tendencias en el sector de las oficinas. La consultora Laborde Marcet ha publicado uno de los últimos estudios que habla sobre un cambio en la demanda al buscar una oficina.
Las tendencias que se preveían para dentro de 5 o 10 años son una realidad actualmente
Tomando como referencia el estudio de Laborde Marcet: “En este contexto de nueva normalidad, la crisis sanitaria ha supuesto un punto de inflexión en la tipología de activos que buscan las empresas tanto para su expansión en ‘retail’ como en su espacio de trabajo. La ubicación estratégica de oficinas y locales comerciales ha pasado a ser prioritaria por encima de la superficie, que pasa a un segundo plano”.
En el ámbito de las oficinas, el estudio remarca que a pesar de que existen medidas sanitarias que obligan a establecer distancias de seguridad entre trabajadores, las empresas están instalándose en inmuebles que tienen una superficie media de un 30% menos a la que se demandaba antes de la pandemia.
La nueva demanda se explica por los cambios sociales y consumo del confinamiento como el incremento del comercio online o la expansión del teletrabajo. El hecho de que los trabajadores puedan desempeñar su trabajo desde su oficina en casa, permite a las empresas optimizar recursos y ahorrar costes fijos, Por su parte, los retales tratarán de equilibrar sus recursos para maximizar ventas al combinar la venta física con la digital.
Con ello, la tendencia señala que las marcas dedicarán el mismo presupuesto al alquiler de los locales, pero apostarán por un número de establecimientos mejor ubicados. Lo cierto es que el mercado ha dado un gran paso en poco tiempo y las tendencias previstas para dentro de 5 a 10 años, son una necesidad real actualmente. En cuanto a los precios, se apunta a que se han producido ligeras correcciones de precio tras el confinamiento y a corto plazo, pueden existir grandes bajadas en segundas y terceras líneas por la desocupación de locales comerciales.
El estudio asegura que los fondos de inversión, family offices y los inversores privados, vuelven a estar en búsqueda de bienes inmuebles que cuenten con presupuestos de a partir del millón de euros para activos de retal y que superan los 20 millones para la compra de edificios en zonas que sean consideradas prime.