La importancia de una buena silla ergonómica en la oficina

Todas las personas que trabajan en una oficina pasan muchas horas al día sentadas frente al ordenador y por ello es fundamental que tengan a su disposición la silla adecuada que cuide su salud mientras trabajan. Si tus equipos de trabajo cuentan con buenas sillas en la oficina, no solo estarás cuidando su salud, si no que estarás ayudándolos a desarrollar su trabajo cómodamente , facilitando su concentración y transmitiéndoles que te preocupas por ellos, mejorando así la percepción que tendrán de la empresa.

Como sabes el material de oficina es una inversión y es fundamental que en algunos elementos, como las sillas, prime la calidad. Por eso es muy importante que cuando vayas a escoger las sillas para tu oficina no te guíes por su estética si no por su ergonomía y materiales. Y es que las sillas ergonómicas para oficina reducen considerablemente las posturas inadecuadas que acaban ocasionando dolor muscular o incluso lesiones en los trabajadores.

¿Por qué es tan importante utilizar sillas ergonómicas en la oficina?

Ahora que ya sabes por qué es fundamental que cuentes con sillas ergonómicas para tus equipos, queremos compartir contigo algunos consejos para ayudarte a escoger la más adecuada para tu oficina.

¿Qué características debe tener una buena silla ergonómica?

  • Que sea regulable en altura para que la parte alta de la pantalla del ordenador quede a la altura de nuestros ojos y que los pies puedan quedar apoyados en el suelo. Es importante que permita una posición de 90 grados desde la cadera hasta las rodillas y de las rodillas hasta los tobillos para lograr la correcta alineación de la columna.
  • Debe llevar un buen acolchado que le dé consistencia. Lo más recomendable es que el tapizado sea de malla transpirable porque es un material muy resistente, que facilita la ventilación y se limpia con facilidad.
  • El respaldo debe ajustarse a la espalda ofreciendo apoyo lumbar y, si incluye apoyo o soporte cervical regulable, mucho mejor.
  • En cuanto a los reposabrazos, lo ideal es que los codos queden a 90 grados al apoyar los antebrazos.
  • Que la base de la silla sea amplia y estable para evitar posibles accidentes. Además, para aliviar la tensión de las extremidades inferiores, también es beneficioso añadir un reposapiés.
  • El asiento debe ser suficientemente ancho como para poder sentarse de manera holgada y que en ningún caso la parte delantera oprima la parte posterior de las rodillas.
  • Cuantas más posibilidades de ajustes tenga la silla mejor porque será más fácil adaptarla a la morfología de cada persona para lograr una postura corporal óptima.
  • Que tenga una estructura robusta, si es metálica, con base de aluminio y/o plásticos probablemente su durabilidad será superior. Y es que hay que tener en cuenta que va a tener mucho más uso que una silla de uso doméstico.

Si tienes en cuenta estos consejos para escoger las sillas ergonómicas de tu oficina, trabajar será mucho más cómodo y sano para ti y para tu equipo.