El coronavirus ha provocado graves consecuencias a nivel sanitario, económico y sobre todo, de hábitos de vida. Las oficinas están prácticamente vacías y se espera que poco a poco se recupere la nueva normalidad a través de medidas para trabajar seguros. En un escenario bastante oscuro, un 62% de proveedores de oficinas flexibles a nivel global se muestran optimistas sobre las perspectivas del sector de aquí a un año. Por otro lado, un 26% son optimistas en la situación del sector en el próximo trimestre.
Se espera que la ocupación de oficinas flexibles se sitúe en un 71% a finales de mayo
Un estudio elaborado por Workthere, plataforma internacional de la consultora Savills Aguirre Newman centrada en el negocio de oficinas flexibles y coworking, confirma que los operadores en América del Norte son los más optimistas seguidos de Europa. Asimismo, indica que la ocupación en las oficinas flexibles antes del covid-19 era del 83% y se espera que se sitúe en un 71% a finales de mayo.
La demanda de este tipo de espacios ha aumentado en abril en Asia, situada en un 33% respecto a niveles normales, frente a un 20% a nivel global por el covid-19, según la encuesta. Además de ello, el 33% de los usuarios a nivel mundial han reclamado alguna ayuda en el pago de la mensualidad. Las fórmulas más habituales se han centrado en aplazamientos mensuales y prórrogas de contrato, reducción de los espacios o descuento temporal de alquiler.
Según Jess Anderson, analista de investigación global en Workthere: “Es alentador ver un punto optimista en la perspectiva a doce meses y los niveles de ocupación global por encima del 70 %. También es interesante ver las respuestas de Asia, que se encuentran ya en un punto diferente del ciclo frente a las de Europa y América del Norte”. Por su parte, Cal Lee, director global de Workthere ha señalado: “El mercado de oficinas flexibles está claramente expuesto a corto plazo a cualquier impacto en el mercado, como estamos presenciando con el Covid-19. El riesgo está en que las empresas no renueven el contrato al pasar a modo de supervivencia. Ahora el trabajo en equipo es primordial para asegurar que la relación entre el propietario, el operador y el cliente siga funcionando sin problemas, ya que las empresas empiezan a pensar en volver al trabajo y en cómo se va a desarrollar esa vuelta”.
Habrá que esperar a que la situación se normalice para ver cómo se adaptan a la nueva normalidad las empresas y observaremos si se cumplen dichas previsiones. Por el momento, lo mejor es centrarse en la crisis sanitaria para abordar más tarde las siguientes.