Creatividad, ganas y mucho talento. Estos son los tres ingredientes principales que resaltan en Sandra Vera, una auténtica promesa del mundo del interiorismo que resultó vencedora en el segundo concurso que realizamos junto al Centro Oficial de Estudios Superiores Barreira A+D. Y no solo eso, sino que en la primera edición empezó a cautivarnos con su proyecto que le hizo merecedora del premio Accésit de 2020.
Su afán por explotar su creatividad hizo que abandonase Bellas Artes en la Universitat Politècnica de València para centrarse en estudios más enfocados hacia el mundo profesional. Quiere ayudar, ser de utilidad para las personas en sus espacios de trabajo y en definitiva, que su proyecto pueda visualizarse.
La estudiante de 21 años ha tenido presente el interiorismo desde pequeña, cuando construía casas para sus muñecas. Sin embargo, la arquitectura no es lo que le llena, puesto que busca el camino hacia la libertad creativa, alejada de un universo tan cuadriculado. Gracias a Barreira A+D, ha conseguido potenciar sus skills y destaca la gran ayuda que ofrece el centro en cuanto a su formación personal y profesional.
De la escuela no duda en destacar que lo que más le motiva es la gente que estudia allí, además de por el profesorado, las prácticas y el ambiente moderno que se respira. Del claustro de profesores señala su profesionalidad y los consejos a la hora de enfrentarse a la realidad del mundo laboral.
La personalidad es el aspecto que más destaca del interiorismo
La vocación por el interiorismo la lleva desde que era pequeña y así se ha reflejado en sus proyectos de Barreira A+D. Afirma que para destacar lo más importante es crear algo nuevo, que sorprenda, sin importar cuál sea la dificultad. Asimismo, destaca la importancia del hilo conductor con el concepto, ya que si no existe, no sirve.
Sus fortalezas precisamente son esas. “Se me da muy bien buscar el concepto e hilar todo el proyecto. La investigación es importante y ahondo mucho en ello. Puedo aportar creatividad y que me gusta mucho al meterme en el proyecto”, apunta.
“El mundo del interiorismo en la actualidad es muy estándar”, indica. Además de ello, señala que la gente persigue elementos que no sean estridentes, que sean funcionales, pero a Sandra le gusta que tenga personalidad. Rechaza que no haya gran libertad en el interiorismo y que los clientes buscan siempre lo mismo. Sin embargo, en la creación de espacios de hostelería y oficinas sí que existe la posibilidad de explayarse más.
El futuro para Sandra es incierto, pero sí que tiene claro que a largo plazo le gustaría ser la jefa de su propio estudio. Su experiencia en estudios más pequeños le ha servido para darse cuenta del esfuerzo que necesitará para conseguir su propósito, pero no desiste. “Creo que acabaré en un estudio grande de creatividad, de elementos diferentes, algo que no existe”.
Su último proyecto titulado “Growork” le sirvió para alzarse con el primer premio del concurso y hacer prácticas en Oficines
A pesar de la alta competencia que había en los proyectos del segundo concurso de Oficines y Barreira A+D, Sandra Vera fue la vencedora. Los nervios previos a la entrega de los premios hicieron que no durmiese la noche anterior porque sabía que tenía posibilidad de ser ganadora. “El proyecto que hice para ganar no tiene nada que ver con el primero que hice en su momento. Sabía que quería algo circular, pero todos mis compañeros lo hacían igual. Entonces pensé en hacer algo circular que no fuese un círculo como tal, se me ocurrió incluir la espiral y todo salió rodando. También le di muchas vueltas al panel, hice hasta 5 versiones”, afirma.
Del proyecto destaca el centro como punto donde las personas se relacionan. En la cubierta circularía aire natural para evitar posibles contagios con lucernarios que podrían abrirse en todo momento. “Quise darle el plus con el mobiliario, como una nueva versión de la silla ERO ARNYO, añadiéndole un plus. La silla se concebía como una habitación para meterte en ella y que nadie te moleste”. En todo momento, Sandra buscaba la desconexión del resto para que se centrasen en su propio proyecto.
“En Oficines puedo aportar mi visión de cómo se ven las cosas de novedosas y dar creatividad”
Uno de los premios que más ilusión les hizo a los alumnos del concurso fue la oportunidad de hacer prácticas en nuestra empresa. Sandra estuvo con Aure, uno de los socios fundadores junto con Salva Pitarch, para que le enseñase cómo funcionaba Oficines. Desde un primer momento se sorprendió y le dieron ganas de trabajar en esas oficinas, participando en las distribuciones de mobiliario y en los proyectos. Destaca que puede aportar su visión de cómo se ven las cosas a nivel de novedad y creatividad.
Destaca que la gente fue muy cariñosa en todo momento y que la acogida fue magnífica. “Sé que es un lugar donde me van a enseñar todo aquello que no sepa hacer”, confirma. De la oficina lo que más le llamó la atención fue el sillón Badminton, por ser tan novedoso. Respecto al mobiliario premium, apunta que le encantan los cubos insonorizados que hay y el espíritu que respiran estos muebles para cargos importantes.
Sus prácticas ya han comenzado y será en febrero de 2022 cuando culminen. Cuando termine se marchará de Erasmus a Italia para cambiar su mentalidad y su persona. “Me voy a Italia porque es la cuna del arte y me inspira para los proyectos”. Desde Oficines, esperamos que durante estos meses puedas impregnarte de nuestra forma de concebir el interiorismo y sobre todo, que nos enseñes también a nosotros esa parte creativa que solo el talento de las futuras generaciones puede aportar.