El mundo freelance (trabajar por cuenta propia), está cobrando cada vez más relevancia. Según un estudio realizado por la red social LinkedIn, en 2020 se alcanzará en Estados Unidos la cifra de un 43% de personas que trabajan de esta forma. Basta con acudir al año 1989 para darnos cuenta de que esta cifra es muy diferente en comparación con la actual, ya que en ese año existía únicamente un 6% de personas trabajando de forma freelance.
Al margen de ello, es importante remarcar que cada vez hay más personas que se montan su oficina en casa y por ello, montan sus muebles de oficina en ella. Por ello, hoy destacamos cómo decorarla para que “ir al trabajo” siempre esté lleno de ilusión.
Tips para crear tu oficina ideal
Lo primero que debes tener en cuenta es la localización y la iluminación. Parece algo menor, pero no es así cuando sabes que invertirás en ese espacio un buen número de horas. Así, opta por un espacio sin distracciones, con una ventana cercana para que entre luz natural, puesto que la artificial cansará tu vista y además, consumirás más energía. Por otro lado, para la mesa de escritorio es mejor optar por materiales como el roble, ya que conseguirás más luz en el espacio.
Sin embargo, la luz artificial también debe estar presente, aunque menor número de horas. Para ello, opta por una lámpara de escritorio que cuente con una bombilla blanca y a ser posible, azul. Así, crearás un entorno más natural y son más recomendables a la hora de trabajar fijando la vista.
Por otra parte, una oficina no lo es hasta que no cuenta con una estantería en la que almacenar documentos. Como bien sabrás, la organización es la base de todo, por lo que opta por una que tenga varios cajones o archivadores.
Por otro lado, la silla es otro de los elementos cruciales que compone la oficina. No dudes en invertir dinero en ella si hablamos de comodidad. Así, evitarás cansarte en exceso y distintas molestias sobre todo en espalda y cervicales que puedan derivarte en un futuro cercano al fisioterapeuta.
Por último, no te olvides de incluir una zona de descanso. En muchas ocasiones, el trabajo en casa puede saturar y la casa se te puede caer encima. Por ese motivo, no dudes en destinar un espacio de tu casa para desconectar. Incluye libros, un sillón cómodo y decóralo con gusto.