Septiembre es un mes marcado por los cambios. A nivel personal y empresarial, la vuelta de las vacaciones y enfrentarse a una nueva realidad, trae consigo diferentes cambios en las tareas. Las empresas, no dudan en escoger este mes para poder hacer un cambio de oficina.
Es importante escoger el inmueble idóneo y el nuevo modelo de trabajo que se quiera introducir
Según el informe de la consultora inmobiliaria JLL, durante el ejercicio 2015/2016 se firmaron un 24% más de operaciones de adquisición de oficinas de más de 2.000 metros cuadrados en Madrid respecto a los dos los anteriores. Sin duda, la reactivación económica está invitando a las empresas a buscar nuevos espacios. Sin embargo, es crucial escoger el inmueble idóneo y el nuevo modelo de trabajo que se desee introducir con él.
La mudanza no puede suponer una rémora para la productividad ni la actividad de la compañía y no es una tarea sencilla. Durante los meses de julio y agosto, la presencia de los trabajadores se reduce entre le 30% y el 50%, por lo que facilita el proceso de mudanza. A finales del mes de agosto y antes de que la plantilla se haya reincorporado por completo, se aprovecha para ejecutar la mudanza y que quienes queden por regresar, lo hagan en su nuevo puesto de trabajo. Recursos Humanos aprovecha estas operaciones para poder crear una expectativa atractiva de nuevo curso.
Desembalar las cajas en la nueva oficina, supone el último paso de un proceso que se dilata varios meses. Dependiendo de cuál sea el tamaño de la compañía, puede dilatarse hasta 4 o 6 meses. El primer paso, se centra en entender cuál es la actividad de la compañía y cuál es la motivación de dicho traslado. No consiste en mudarse a otro edificio, sino que es un cambio que afecta a al cultura de la empresa y los métodos de trabajo que se deseen fijar.
En Oficines tenemos la capacidad de crear nuevas oficinas. En nuestra página web, podrás comprobar cuáles han sido los proyectos que hemos llevado a cabo y de qué forma podemos ayudarte.