La crisis del COVID-19 marcará un antes y un después en distintos aspectos de nuestra vida. La interacción social, la idea de que es un riesgo, cómo afecta la actividad humana al deterioro del trabajo y cómo influye en nuestra forma de trabajar, son algunos ejemplos.
Estas son las tendencias en el futuro del trabajo
La aparición del coronavirus y el desafío que está suponiendo para controlarlo, ha acelerado los procesos que se estaban produciendo de manera generalizada en el ámbito laboral. Un ejemplo es la incorporación de robots a los procesos productivos, donde España cuenta con una de las mayores tasas de robotización, con un 1,57% frente a un 1,06% de la media de la UE. Por otro lado, destaca el hecho de que haya empresas con estructuras más ligeras gracias a la externalización se los servicios o la globalización del mercado laboral. Estas tendencias quedan plasmadas en el informe que se crea cada año por parte de la empresa Randstad sobre el Futuro del Trabajo. En esta edición, remarca cuatro tendencias que influirán al mundo laboral.
1. Progreso de la automatización y creciente incorporación de robots en los procesos productivos
El empleo de la tecnología en el ámbito laboral se universaliza a través de dos tipos de automatización. Por un lado, la que ejecuta tareas rutinarias como el cálculo o colocación de piezas y las tecnologías basadas en la predicción. Estas últimas, son las que son capaces de aprender patrones de comportamiento humano para tomar decisiones posteriormente eficazmente.
La automatización está presente cada vez más en las áreas de la empresa. Desde luego, en los departamentos de recursos humanos para procesos de selección de personal, es donde más aparece. Alrededor de un 90% de las empresas grandes opta por un cribado automatizado de CV para seleccionar candidatos.
2. Transformación de los acuerdos laborales
La figura del empleado a jornada completa con un contrato indefinido, está siendo sustituida por otras fórmulas que flexibilizan el mercado laboral y la contratación. El empleo laboral está teniendo cada vez mayor presencia en todo el mundo y está aumentando la contratación a tiempo parcial. Por otro lado, también está incrementando el acceso de las empresas a los servicios de trabajo temporal (ETT) y es notable el aumento de trabajadores independientes o autónomos.
3. Gig Economy
El fenómeno Gig Economy se podrá traducir como “economía de los encargos”. Consiste en los ingresos percibidos por llevar a cabo pequeñas tareas que se piden a través de plataformas digitales. Dichas aplicaciones ponen en contacto personas que ofrecen ciertos servicios con otras que los necesitan.
4. Nuevos puestos de trabajo
El informe también indica que la automatización de tareas en el área laboral está favoreciendo la creación de empleos nuevos. Es cierto que los empleos más rutinarios se destruyen, pero lo cierto es que existen mecanismos que compensan esta pérdida con la aparición de nuevas profesiones. Explican que la dinámica está provocando una polarización del trabajo. Esto se explica porque bajan los trabajos de oficina y producción como salarios, pero aumentan los que requieren de una gran especialización.
Las actividades consideradas esenciales y que son responsables en parte del sostenimiento de la sociedad (limpieza y mantenimiento, jornaleros) también se incrementan, aunque en menor medida.
Estas transformaciones están haciendo que aparezcan tres tipologías de trabajo. Por un lado trabajo fronterizo (producir, instalar, mantener y desplegar tecnologías novedosas), trabajo de última milla (que no requieren altos niveles de experiencia tecnológica concreta) y trabajo para ricos (servicios personalizados para personas con ingresos altos).
A pesar de ello, estas transformaciones cuentan con otros desafíos como la depreciación de habilidades y el incremento de la desigualdad. Sin duda, retos sobre los que se tendrán que proponer soluciones que ayuden al bienestar de las sociedades y hablar entonces de progreso.