¡Llega el Carnaval! Se trata de una de las fiestas más icónicas a nivel mundial donde la gente se olvida del estrés y apuesta por divertirse y apostar por el ocio. Olvidarse del trabajo es importante, puesto que pasamos largas horas en nuestra oficina que nos desgastan mental y físicamente.
Por ello, es importante buscar alternativas de ocio que nos permitan desconectar y relacionarnos con las personas. Esta semana tiene lugar la celebración del Carnaval y es una excelente forma de disfrutar de un día de trabajo diferente. ¿Y qué mejor que organizar una especie de Carnaval en la oficina? Sin duda, es una gran opción, aunque es mejor consultar con nuestro jefe la viabilidad de llevarla a cabo.
Lo importante no tiene por qué ser el disfraz
Cuando hablamos de Carnaval, lo primero que nos viene a la mente es el disfraz. Evidentemente, en cualquier tipo de fiesta de esta índole es importante, pero no es lo único que debemos tener en cuenta. La compañía, la actitud y la comida también forman parte de ello.
Cuando hablamos de una celebración en la oficina, no nos referimos al hecho de abandonar nuestro puesto de trabajo. Nos centramos en el hecho de encontrar un pequeño momento como la hora de almuerzo para poder divertirnos con los disfraces y nuestros compañeros.
Lo que sí que debemos hacer es decorar la oficina con máscaras y flores que nos recuerden a esa festividad. Existe la posibilidad de incluir flores de papel crepé, serpentina o bien, guirnaldas simples con máscaras.
A la hora de incluir comida, hay que focalizarse en que exista variedad. Es decir, que haya dulce y salado para todos los gustos. Por otro lado, a la hora de disfrazarse, no es necesario recurrir a uno completo, sino que basta con apostar por algunos complementos para celebrar el Carnaval. Profesiones, payasos, superhéroes o detalles que nos recuerden a animales son algunas de las propuestas más recurrentes.
Sin embargo, tal y como anunciábamos anteriormente, lo más importante es tener la actitud necesaria para poder disfrutar del Carnaval. Fiesta, risas y desconexión serán los ingredientes perfectos para garantizar una fiesta de 10.