Definitivamente, hay ciertos días de tu vida en los que no sólo te levantas con el pie izquierdo. Empiezas el día tropezando con unas zapatillas y estampándote de cabeza contra la mesita de noche, y mientras yaces tumbado en una postura descompuesta te cae encima el despertador, el vaso de agua que te gusta tener siempre a punto por si entra la sed y ese libro de Tolstoi que habla de guerra y de paz al mismo tiempo.

Hoy es el clásico día en el que el bloqueo mental te llega como un calambrazo, sin avisar, pero dispuesto a permanecer agarrado. Y, mientras te balanceas arriba y abajo en tu silla de oficina ergonómica intentando que la musa aparezca te pones más y más nervioso, las tareas se acumulan y empiezas a pensar en el número de horas que vas a tener que quedarte en la Oficina.

Y de pronto aparecemos nosotros. El bloqueo termina cuando llega el momento en el que te cruzas con Oficines, muebles de oficina en Valencia. Tenemos las claves para superar los bloqueos mentales, ya sean del tipo productivo o creativo. En todo caso, hemos elaborado unas instrucciones para desbloquear nuestro cerebro a la hora de resolver problemas.

Enfócate en resolver el problema de una sola forma

Cuando nos sentimos bloqueados, comúnmente recurrimos a varias soluciones al mismo tiempo. El problema es que suelen sucederse a la vez, y mentalmente parecemos ratoncillos circulando frenéticos por un laberinto sin salida. En muchos casos (sorprende darse cuenta de cuántos) lo que parece un muro o un problema sin solución es en realidad una ilusión óptica.

Habla del problema y crea dinámicas de grupo

Cuando nos encontramos bloqueados frente a un problema productivo o creativo, puede que las medidas que tomamos no nos estén ayudando. De todas las posibles, sólo existe una que realmente perjudica al proceso de resolución de problemas. Un exceso de estrés y ansiedad, unido a la creencia de que el problema no tiene solución, es la manera más segura de perdernos en el limbo de la incertidumbre. Cuando nos encontramos bloqueados, una de las medidas más sencillas es la de crear un grupo de personas donde se debata el problema a resolver. Hagámoslo fácil, alza la cabeza por encima del ordenador y lanza cuatro preguntas al compañero de enfrente. Con unos minutos de conversación, podemos obtener puntos de vista diferentes que nos harán resolver el problema de forma más eficaz.

Habla del problema y crea dinámicas de grupo

Intrigante, casi mística, arriesgada y al mismo tiempo sumamente efectiva.  El concepto de que las mejores ideas nacen en los momentos de desconexión (véase en la ducha, en el teatro o desayunando), no nace de la nada, sino de la demostración empírica. Recomendamos un valioso documento denominado “Una técnica para producir ideas”, de James Webb Young. , una forma ideal de resolver problemas aplicando la creatividad.