Una oficina bien organizada es indispensable para la productividad y la salud mental de los trabajadores y es que un espacio desordenado dificulta nuestra concentración.
La oficina no debería ser un mero espacio de trabajo y las ventajas de mantenerla ordenada son muchas: menos estrés en el ambiente, aumenta la productividad en nuestros empleados, mayor sensación de seguridad y control, mejora la imagen de la compañía…
Conseguirlo no es tan complicado como parece y por eso queremos compartir contigo algunos consejos para que tengas una oficina organizada, atractiva para tus clientes y donde tus trabajadores se sientan cómodos.
Tira todo lo que no uses
Mantén la superficie del escritorio despejada
Organiza el espacio del que dispones en la oficina en función de las necesidades de los empleados. Define el espacio principal del trabajo, el espacio de almacenamiento y el espacio de ocio y/o descanso.
Utiliza el mobiliario de almacenamiento adecuado
Cajoneras, aparadores, librerías, repisas… las posibilidades son muchas así que asegúrate de escoger la adecuada en función de tus necesidades. Por ejemplo, para optimizar el espacio, te aconsejamos que incorpores cajoneras debajo de las mesas de oficina. Así, no ocupan espacio visual y hacen más accesibles los materiales o documentos. Si necesitas aprovechar al máximo el espacio de trabajo, también puedes ayudarte de el sistema de tabiques de armario. Gracias a su versatilidad en cuanto a módulos y accesorios conseguirás distribuir el espacio, ordenarlo y decorarlo.
Ordena los cajones y armarios de forma funcional
Todo aquello que necesitemos almacenar en la oficina debería estar ordenado con sentido y coherencia en relación a la actividad que llevamos a cabo. Por ejemplo, tener a mano los objetos que utilizas más frecuentemente te ahorrará tiempo y energía. Puedes utilizar cajas y/o organizadores y poner etiquetas adhesivas para especificar lo que contiene cada uno de ellos.
Clasifica los documentos con archivadores
Los archivadores serán tu mejor aliado para conseguir una oficina bien organizada. Son fundamentales para clasificar los documentos y evitar acumular papeles antiguos. Además, conseguirás que la documentación esté protegida y fuera del alcance de la vista.
Organiza los cables
Es habitual que en la oficina encontremos una maraña de cables enredados bajo la mesa, pero que sea habitual no quiere decir que sea lo correcto. Tener los cables de los dispositivos electrónicos bien ordenados no es solo una cuestión estética, es fundamental para mantenerlos en buen estado por más tiempo.
Revisa que tu ordenador también esté organizado
De nada sirve tener una oficina muy bien organizada si nuestro ordenador es un caos lleno de carpetas y proyectos sin sentido. Te recomendamos que dediques cada día unos minutos a revisar y clasificar los archivos con los que estás trabajando para ganar tiempo (y paz mental). Además, te recomendamos que hagas copias de seguridad cada cierto tiempo y utilices aplicaciones que te ayuden a organizar tus citas y tareas.
Con estos consejos conseguirás una oficina práctica y funcional, a la altura de tu negocio. No importa si realizas una labor técnica o creativa, una oficina bien organizada es fundamental para conseguir trabajadores felices y clientes satisfechos, garantizando así el crecimiento de tu empresa.